Ante un estadio no muy lleno, Noel Gallagher se presentó junto a su nueva banda en el marco de la gira de presentación de su disco homónimo.
Las bandas teloneras (Banda de Turistas, Airbag) pasaron sin pena ni gloria frente al público que, a pesar de la poca convocatoria, alcanzó para contentar al cantante inglés que se lució en un show en el que destacó la excelencia en calidad de sonido (algo a lo que, lamentablemente, los argentinos ya no estamos muy acostumbrados, sobre todo en shows internacionales), y el detalle de la voz bien cuidada y colocada, cualidad que no todos los «rockstars» logran mantener.
Si bien fue un recital corto (una hora y media, 20 temas), fue más que suficiente para todos los fans, que se dieron el lujo de escuchar temas de Oasis que dejaron manija a más de uno y que repasó éxitos (el cierre con «Little by little» y «Don’t look back in anger«, que implicó rotura de garganta para todos los presentes), lados B («The good rebel«, «Freaky teeth«), y clásicos («It’s good to be free«, «Mucky fingers«, «Talk tonight«). El «blooper» fue cuando Noel erró tres veces seguidas a la letra de «Supersonic«, hasta que finalmente, y con la ayuda del tecladista Mike Rowe (otro que brilló) que marcó el ritmo y lo acompañó en una versión acústica del tema, pudo arrancar.
Ver a Noel en vivo, no sólo es ver a uno de los compositores más brillantes del rock inglés de los últimos 20 años, sino que también denota que en la división de bienes de Oasis, Liam se quedó con la banda, pero Noel se llevó el alma (las composiciones), que era lo que hacía de Oasis la banda que fue.
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