La cantante y bailarina española demostró en un concierto potente y sin fisuras Además, ante todos sus fanáticos, dio a entender por qué es la voz más interesante de las surgidas en España en los últimos años. Arte, actitud y entrega en un show único.
No pasaron más de dos canciones que La Shica ya tenía en un puño al público que se había congregado en el ND Ateneo para asistir a su show de flamenco, rock, hip hop y una actitud que se llevó por delante a cualquier desprevenido que pudiera haber supuesto que iba a presenciar el simple concierto de una cantaora talentosa.
A bordo de lo que son sus dos discos hasta el momento (“Trabajito de chinos” y “Supercop”), la mujer también conocida como Elsa Rovayo transitó hora y media de un contundente camino de canciones y baile con los que se comió el escenario de una sala que latió al ritmo que ella le imprimió a cada performance. Porque lo de esta “shica” es la performance en vivo, no hay dudas.
Pasaron así la historia de una mujer maltratada (introducida y contada en primera persona), sexo en el probador de un local de ropa, una sevillana hiphopeada con furia y amor, su mirada sobre “Si me das a elegir”, el hit indiscutible “Zíngara rapera” y una versión arrasadora de “La bien pagá”, que el propio Miguel de Molina aplaudiría a rabiar.
Histriónica, verborrágica y rompiendo de forma permanente la temida “cuarta pared” que existe en al aire entre escenario y platea, la cantante hizo de la comunicación con el público una constante, siempre por el lado del humor y la provocación, en un contexto de mutua complicidad.
Además de una banda impecable integrada por músicos argentinos asociados especialmente para la ocasión de este único show en Buenos Aires, La Shica explotó con genuina pasión su formación flamenca, regada por vino tinto y apelando a su mirada potente y agradecida de la raíz musical folclórica que lleva dentro. Los momentos en los que la artista apeló al baile, el teatro ardió en aplausos y pedidos de más.
Los bises llegaron con más baile, más vino, más actitud punk y más flamenco, alejada de cualquier atisbo de música española for export. Además, contó con la participación de Kevin Johansen (que le aportó dos músicos a la banda), con quien interpretó “Desde que te perdí” en una versión relajadamente feliz.
A la salida, el comentario era unánime: queremos más Shica en Buenos Aires, más vueltas de tuerca al flamenco, a la música, al arte. Y claro, más celebración de la actitud acompañada de arte y honestidad.
Cronica Daniel Castelo
Fotografia: Agustina Cano (Tini Cano)